El tipo de iluminación juega un papel que influye en la decoración de un espacio. La luz puede afectar a la sensación que se percibe de un ambiente, por ejemplo, no es la misma luz la que buscamos en una cocina, que en el salón o en el dormitorio.
En cada zona desempeñamos una actividad y por lo tanto necesitamos tipos de iluminación diferentes que ayuden a crear el ambiente que buscamos.
Un tipo de iluminación para cada lugar es posible debido a que la luz puede variar de color y de este modo creamos ambientes más cálidos, o más fríos o simplemente, naturales.
Cuál es la diferencia entre luz cálida y luz fría?
Con estos términos estamos haciendo referencia a la temperatura de color de la luz. De forma resumida, podemos decir que es la sensación que percibe el ojo humano ante una luz, siendo cálida si predomina el color ámbar o fría si predomina el azul.
Esta característica designa la calidez o frialdad de una fuente de luz blanca. Un ejemplo que nos ayudará a entender este concepto es ver cómo reacciona el color de un metal según se va calentando. Cuando comienza a calentarse se vuelve rojo, luego naranja, amarillo, más tarde blanco, azul e incluso negro.
La temperatura de este metal, y por tanto la temperatura de color, se mide en Kelvin, y es a esta medición a la que debemos prestar atención cuando si buscamos una luz determinada para un espacio. Cuando compremos material eléctrico, tendremos en cuenta que los tonos cálidos son los que menos Kelvin tienen y los tonos fríos los que más.